martes, 4 de octubre de 2011

Vuelve de donde quiera que estés, amor.

Ven, aquí donde los ángeles pueden caminar sin necesidad de alas, al suelo firme, donde puedo verte; sentirte. Si estas a mi lado haz una señal. Levanta un poco de viento, haz que pueda sentir tu presencia. ¿Qué tal si haces brillar las estrellas? Te echo mucho de menos, tanto que a veces te escribo, hablo contigo. ¡Ah! casi lo olvido. Deberías de darme el numero que tenéis ahí arriba, por si algún dia quiero hablar contigo, o necesito oír tu voz. Pero, no creo que eso pase, ¿no? Siempre estas conmigo, puedo hablarte siempre que quiera, siempre me aconsejas, y yo te escucho, me hables o no. Yo te siento, te vea o no. Porque, ¿sabes qué? desde que te fuiste siempre miro a las estrellas, y todas brillan, porque tu estas ahí.

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