domingo, 17 de noviembre de 2013

Qué vicio el de observar

Fíjese que cuando ríe, brotan dos arrugas que alargan infinitos sus ojos, y también su carcajada.
Fíjese que cuando grita frunce su ceño, y quedan montañas por las que desciende lento su enfado. 
Fíjese que cuando enerva se encienden rojas sus orejas, pero cuando se avergüenza, calla. Calla para no tartamudear, para no escapar sus sentimientos demasiado rápido. Para no derribar su muro. 
Fíjese en él cuando se deja ser él mismo. Cuando llora, cuando confía.
Fíjese que cuando sonríe se le forman unas comillas en cada extremo de su boca.
Y esa, su boca, es mi cita favorita.

lunes, 2 de septiembre de 2013

TUS MIEDOS TE ATERRORIZAN. TE HACEN SER LA PERSONA QUE MENOS DESEAS. 
LOS MÍOS SE ESFUMAN CADA VEZ QUE ALARGAS LAS VOCALES DE MI NOMBRE COMO UN FELIZ GRITO DE GUERRA.

domingo, 21 de julio de 2013

« Tendré que acostumbrarme 
           a lo mejor 
a la impaciencia de que 
     tú llegues 
       siempre tarde 
     y yo siempre esté 
                         esperando »

martes, 23 de abril de 2013

La nostalgia mata más que cualquier vicio

Si todavía te acuerdas de mí...
 Aunque mi reflejo aparezca difuso en tus pupilas
el sonido de mi voz se distorsione en tus oídos 
y mi rostro ya no logre atravesar tus retinas,  
aunque mi abatido recuerdo parpadee en tus sienes
 únicamente durante un fugaz segundo
y sea de forma inconsciente y momentánea...
 Por favor, 
si todavía te acuerdas de mí, 
dímelo.

jueves, 24 de enero de 2013

Aferrados

Ciertas personas tienen indiscutiblemente una notable capacidad de tener a los demás bien atados con nudos. Hay quienes destacan en hacer nudos, y quienes destacan en dejarse enredar. Con frecuencia, ni el que ata ni el que es atado saben cómo sucede esto, o no tienen conciencia de que ya esté sucediendo. A veces el nudo es tan fuerte que no se rompe en años, y otras, la cuerda se afloja y acaba soltándose de un momento a otro.
Impresiona constatar hasta qué punto les resulta difícil, o en muchos casos, imposible, a las partes en juego ver lo que pasa. Incluso en ciertos casos, lo que nos ata ya no es una persona, si no un mero recuerdo de ella. Algo a lo que llevamos tiempo aferrándonos por miedo a que desaparezca.
No olvidemos que no ver que existe un nudo forma parte del nudo.